Autor: Elizabeth George
Editorial: Roca Editorial
Nº de Páginas: 768
Precio: 25,00 €
ISBN: 9788492833443
El género de novela negra o policíaca es uno de los que más me gustan, por la intriga que suele acompañarte a lo largo de toda la lectura hasta conseguir desvelar el misterio del caso que nos presentan y descubrir si nuestras sospechas acerca del culpable eran o no ciertas.
Este libro lo compré a primeros de este año en un mercadillo solidario al precio ajustado de dos euros, así que no me lo pensé en llevármelo.
Argumento e impresiones:
En un cementerio de Londres aparece el cadáver de una chica desnuda y con graves síntomas de violencia, de la que se desconoce su identidad. No resulta un caso fácil de resolver, debido a las pocas pistas y sospechosos de los que se tiene constancia, y además ocurre al poco tiempo de llegar Isabelle Ardery a ocupar el puesto de superintendente interina en el Departamento de Policía de Londres, cargo que desempeñará para sustituir al ex inspector Thomas Linley, quien se encuentra de baja actualmente para recuperarse del asesinato de su mujer. La adaptación de Ardery al puesto no será fácil, ya que la bienvenida no será la esperada y no acaban de respetarla ni confiar en ella. Como Ardery se juega tanto en este caso, ya que de él depende el devolver al departamento su antiguo prestigio o bien sentenciarlo a los ojos de la opinión pública. Por ello, decide llamar a Linley para que se reincorpore y pueda echarle una mano con este difícil caso, que les conducirá a numerosas líneas de investigación y donde cualquier mínimo detalle pasado en alto puede ser crucial para llegar hasta el culpable.
Debo decir que no había leído nunca antes nada de Elizabeth George, aunque la citan como una de las grandes escritoras del género de la novela negra. En mi opinión son bastantes exagerados esos elogios. Pero vayamos por partes.
La historia se desarrolla, como suele ser habitual en este género, de manera lenta. Lo que más me gusta es que encontramos dos tramas claramente diferenciadas que, a priori, no tienen nada que ver entre sí y que se van alternando de manera regular, ambas contadas en tercera persona. Por un lado, el narrador nos va desgranando la historia principal del caso de Jemima Hastings, una chica que es hallada asesinada en un cementerio de Londres. Por otro, encontramos fragmentos de un detallado caso de asesinato perpetrado por unos jóvenes, en el que se nos cuenta detalladamente la situación familiar y social de estos chicos, cómo se desarrolló el caso, testimonios de los testigos y pistas encontradas, y otras situaciones que se dan habitualmente en este tipo de casos. En mi opinión estas dos historias han supuesto uno de los puntos fuertes de la novela, ya que hasta las últimas páginas no se nos aclara si hay conexión o no entre ambos casos y protagonistas, actuando ello como señuelo para empujarnos a avanzar en la lectura.
Ahora bien, también es cierto que, aunque la trama principal empieza con un buen ritmo y desarrollándose rápidamente al principio, poco después va decreciendo y he notado en no pocas ocasiones la pesadez de la historia y la sensación de que no avanzaba y lo que se nos cuenta no es de gran interés ni importancia, sin tener ese agradable sentimiento que suele crearnos la novela negra de hacernos desconfiar de todos y sentirnos manipulados por el autor de que tal o cual personaje es el verdadero culpable, pasando nuestras sospechas de unos a otros según avanza en la historia. Esto en mi caso no ha pasado, ya que, como digo, la historia se vuelve pesada y aburrida, deseando avanzar las páginas para acabar con la dichosa novela, solo continuando el interés por la segunda historia que se nos cuenta como sumario pormenorizado de un antiguo caso de tres jóvenes que supuso un gran impacto social.
Los personajes seguramente son uno de los puntos más flojos de la novela y que, en ningún caso, nos va a llevar a que nos identifiquemos con alguno, ya que resultan muy poco creíbles. Desde la chica asesinada que nos presentan como una chica tonta y desesperada por tener pareja, sea la persona que sea, hasta el inspector Linley (que por cierto es el protagonista de muchas de las novelas de Elizabeth George, aunque traten de diferentes casos), que aparece como un noble millonario que vive en una mansión con mayordomo rodeado de lujos y que trabaja en la policía por amor al arte. Estos quizá hayan sido los personajes que menos me han gustado, pero el resto no son mucho mejores ni están caracterizados con mayor acierto, siendo para mí imprescindible en una novela de este tipo el hecho de poder empatizar con los personajes o, al menos, que den esa sensación de que podrían ser un fiel reflejo de alguien cercano a nosotros.
El final me ha dejado un sabor agridulce. Por un lado, la resolución del caso y los motivos del culpable me parecían demasiado enrevesados y, por otro, ha sido una grata sorpresa descubrir la conexión entre ambas historias y casos que se nos presentan desde el principio.
No quería acabar sin mencionar el pésimo acabado en cuanto a traducción/maquetación/edición, ya que la novela está llena de erratas, signos de puntuación inexistentes o mal colocados, y otros fallos demasiado habituales y comunes a lo largo de toda la lectura que hacen aún más pesada la novela, con lo que se acaba teniendo una peor imagen de la novela en primer orden, y de la editorial en segundo, ya que en los tiempos en que estamos y con un precio de 25€ no entiendo cómo no se cuidan más estos detalles que, repito, no se ha tratado de algo excepcional, sino que ha sido un compañero más y seña de esta novela en particular, lo que ha supuesto que mi puntuación de ella baje medio punto más:
Nota: 2 / 5
2 comentarios:
Desconocía totalmente a la autora que nos traes. Por lo que describes en tu reseña, la novela Cuerpo de mente debe ser un pestiño en mayúsculas. Además, si hay algo que soporto menos que el aburrimiento de una novela son las continuas erratas y faltas de ortografía, lo que habla a las claras del mal hacer de una editorial en concreto.
Pues sí, realmente no lo he abandonado por querer conocer la conexión que había entra ambas historias, que como digo, es el punto fuerte de la novela y lo que más me ha gustado. Por lo demás, no hay nada destacable y no es una novela que recomendaría. Si a esto le sumamos el poco cuidado por parte de la editorial en que el producto tenga un acabado en condiciones que no haga más pesada la lectura si cabe, sin duda pasará mucho tiempo en que vuelva a leer algo de esta autora.
Publicar un comentario